Hace no mucho tiempo tuve la oportunidad de observar detenidamente dos fotografías. Ambas mostraban a dos amigas distintas, las cuales aprecio mucho. Una de las fotos mostraba a una de ellas con un brillo increíble en sus ojos, no sólo se nota que está feliz, lo más importante es que a través de sus ojos transmite esa felicidad.
Por otro lado, observo la foto de mi otra amiga, sus ojos están como la ciudad de Lima al amanecer, están opacos, caidos, transmiten algo denso, muy alejado de la felicidad, como si te dijeran "ésto no es lo que busco".
A ambas las conozco, ambas tienen una personalidad parecida, y conozco cuando están felices y cuando no lo están.
Una de las reglas es evitar meterse en la vida privada de los demás, sin embargo espero que esos ojos vuelvan a brillar como algunas veces brillaron.
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